Consejos y prevención: los somníferos
Se hace mucho incapié en los factores que nos atañen a la hora de conseguir un buen descanso, la temperatura de nuestro dormitorio, los horarios, la importancia de un buen equipo de descanso, pero... ¿qué ocurre cuando aun habiendo cumplido todos los requisitos estipulados no logramos descansar?.A la hora de descansar existen dos clases de elementos a tener en cuenta, lso externos (temperatura, calidad del equipo de descanso, el ruido que exista en nuestra zona de residencia) y los internos (el estrés, las preocupaciones o los trastornos del sueño que cada uno de nosotros podamos tener).
Es relativamente fácil asegurarnos unos buenos factores externos pero, ¿quién no ha pasado una mala noche en la que no haya podido conciliar el sueño por el estrés, el trabajo, las preocupaciones?
Como bien sabemos, no dormir las horas suficientes o mejor dicho, no descansar provoca en el ser humano una sensación de cansancio. Es más, un estado de soñolencia se asemeja a la desorientación que obtenemos a la ingesta de alcohol. Incluso en ese estado podemos estar unos segundos dormidos con los ojos abiertos, siendo este último hecho una de las principales causas de accidentes de tráfico a día de hoy.
Es por ello que muchas personas que tienen dificultades a la hora de dormir, recurren a los medicamentos para provocar en tan deseado descanso. La adicción no hay que tomarla a la ligera. El tomar un medicamento para inducir el sueño en un caso puntual o durante un corto periodo de tiempo no suele tener repercusiones negativas, sin embargo, debido a una mala utilización o a un uso prolongado de estas sustancias, el remedio se puede llegar a convertir en la enfermedad.
Nuestro organismo se acostumbra a este tipo de fármacos y puede llegar a desarrollar una fuerte dependencia si el uso de medicamentos se prolonga en el tiempo. La adicción suele aparecer a las pocas semanas. Lo que mucha gente no sabe es que el efecto tranquilizador y sedante se invierte cuando el cuerpo se ha adaptado a las dosis y por lo tanto conseguimos el efecto contrario.
La adicción es tan fuerte que el organismo ya no puede conciliar el sueño sin los fármacos, los cuales, necesita en cantidades cada vez mayores. No es de extrañar que muchas personas acaben acudiendo a clínicas de desintoxicación para librarse de esa pesada carga.
Los efectos adictivos de este tipo de sustancias no son tan llamativos como los del alcohol u otro tipo de drogas, debido a que sus efectos, a pesar de ser igual de destructivos, pasan más desapercibidos en el día a día y su consumo, siendo además una droga que socialmente no está tan mal vista, tal como ocurre con la nicotina del tabaco.
Se estima que el número de adictos a las pastillas en Alemania es de un millón, siendo tres veces mayor en Francia, cuyos datos son prácticamente iguales en España. Medicamentos como el Roypnhol o el Valium han sido protagonistas dentro del mundo del espectáculo o la política. Esto es debido a que las personas que han de estar de cara a la galería y siempre alerta, soportanto una mayor tensión y estrés buscan desconectar con la realidad gracias a estas sustancias. Actualmente multitud de cantantes, políticos o empresarios se ven salpicados con rumores sobre el abuso de estas sustancias. Hechos muy difíciles de demostrar debido a que su consumo es muy fácil de ocultar y los efectos de estas sustancias son tan claros como los del alcohol o de la heroina, por ejemplo. Sin embargo son más las personas anónimas que toman con asiduidad estos medicamentos como ya se ha mencionado antes.
En cualquier caso, las adicciones a los somníferos se pueden prolongar durante períodos muy largos de tiempo sin tener consecuencias negativas pero sin embargo, siempre los efectos a largo o medio plazo, son devastadores, pemero para el proceso del sueño, que aunque estemos dormidos no descansamos, y segundo para la salud de nuestro organismo, que se ve afectada por los efectos de la adicción.
La adicción a este tipo de medicamentos no es algo que hay que tomar a la ligera. A pesar de los efectos nocivos que tiene el abuso o el mal uso de estas sustancias, la conclusión es que los somníferos no son una solución infalible para recuperar el sueño perdido, son una ayuda cuya administración ha de ser supervisada por un profesional y cuyo uso no ha de prolongarse excesivamente en el tiempo para que el remedio no se convierta en la enfermedad.