Invierta en descanso este verano

La importancia del colchón en la vivienda vacacional

Las vacaciones de verano son el periodo de tiempo que dedicamos al descanso tras casi todo un año de trabajo. Los expertos indican que las altas temperaturas y el cambio en los hábitos durante esta época puede estar detrás del incremento de trastornos del sueño que se detectan durante el verano.

Por este motivo, es muy importante dar al colchón la importancia que tiene. No es recomendable destinar a la vivienda vacacional un colchón muy inferior en calidad o que por su deterioro ha sido sustituido en la casa principal. En la mayor parte de los destinos turísticos no tenemos ocasión de elegir el equipo de descanso que vamos a utilizar, sin embargo en las segundas viviendas destinadas a las vacaciones sí la tenemos y se suele optar por la opción más económica que no siempre es la más recomendable para nuestro confort.

Para esta segunda vivienda es común no adquirir un colchón del mismo nivel que el que disfrutamos en nuestros hogares, ya que se va a utilizar durante unas pocas semanas al año. Sin embargo, se debe procurar que posea una calidad mínima que garantice un correcto descanso durante la época vacacional.

Si la segunda vivienda va a ser utilizada mayoritariamente en verano es recomendable también que el colchón esté realizado en materiales que no aporten mucho calor y posea una estructura que permita la óptima ventilación, favoreciendo el sueño.

Las altas temperaturas y el cambio de hábitos pueden incrementar los trastornos del sueño durante el verano

Muchos hábitos incorrectos que adoptamos en verano, unidos a noches calurosas, incrementan el número de despertares que se producen en horas de sueño y provocan que no se llegue a conciliar un sueño profundo y reparador. Las principales consecuencias de esta falta de descanso son la dificultad de concentración durante el día, el aumento de la irritabilidad y la pérdida de reflejos.

Estudios sobre descanso saludable durante el verano

Para muchas personas, desprenderse de los kilos no deseados es una prioridad absoluta, especialmente cuando la temporada de baño se acerca. Las personas tienden a renunciar a dormir y a acumular gran cantidad de actividades diarias.

Nuevas investigaciones sugieren que incluso una modesta cantidad de privación de sueño puede aumentar el apetito al alterar el comportamiento de las hormonas leptina y grelina, que se encargan de regular el metabolismo. Como resultado de la pérdida de sueño, las personas pueden experimentar una mayor ansiedad por los carbohidratos y alimentos ricos en calorías como galletas y patatas fritas, lo que puede dar lugar a aumento de peso.

Investigaciones recientes sugieren que las personas que duermen menos también pueden producir más insulina, que los pone en mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Con el fin de ayudar a luchar contra estas condiciones y promover estilos de vida saludables para todos se debe recordar a la gente que el sueño es tan importante como la dieta y el ejercicio.

Además, otros estudios llevados a cabo por la Fundación Nacional del Sueño norteamericana en marzo del 2008, sugieren que la pérdida del sueño y la obesidad están relacionados entre sí. De acuerdo con la encuesta, las personas con sobrepeso tienden a descansar menos en la cama durante los días laborables (6,82 horas frente a 7,12 horas) y dormir menos de 6 horas por noche (17% frente al 12%).

Consejos

- Hacer del sueño una prioridad absoluta - obtener un sueño óptimo le permitirá sentirse mejor y ser más productivo. También ayuda a regular su metabolismo.

- Mantener un horario de sueño. Ir a dormir y despertarse a la misma hora todos los días mantendrá su reloj biológico a tono.

- Establecer una rutina relajante antes de dormir, una rutina regular, como tomar un baño o escuchar música suave, le puede ayudar a dormir o mantenerse dormido.

- Nuevamente, use su habitación solo para dormir. Distracciones tales como computadoras, teléfonos, etc, le privarán de crear una asociación positiva de descanso óptimo en su dormitorio.

- Evite las comidas y bebidas de alto contenido en cafeína (café, té y bebidas de cola) durante al menos ocho horas antes de acostarse, y evitar el consumo de alcohol durante un par de horas antes de acostarse.

- Haga ejercicio regularmente, pero ha de terminar su sesión de ejercicios al menos tres horas antes de acostarse.