La buena vida: el sueño y la jubilación
Un estudio realizado en la edición del 1 de noviembre de la revista Sleep sugiere que el sueño puede mejorar cuando se jubile.Los resultados muestran que el 24,2 por ciento de los trabajadores padecían perturbaciones en el sueño en el último año antes de la jubilación y descendió ese porcentaje al 17,8 por ciento en el primer año después de la jubilación. Las probabilidades de tener trastornos del sueño en los siete años después de la jubilación fueron un 26 por ciento menos que en los siete años antes de retirarse.
La mayor reducción de los trastornos del sueño fue reportado por personas que tenían depresión o fatiga mental mientras estaban trabajando. Los trabajadores con depresión fueron un 45 por ciento menos propensos a tener trastornos del sueño en los años después de retirarse.
El hombre trabajador en turno nocturno también se benefició en gran medida de la jubilación, sus probabilidades de tener problemas de sueño se redujeron en 34 por ciento. En contraste, las probabilidades de trastornos del sueño solo se redujeron en un 11 por ciento en las mujeres trabajadoras.
Los autores vinculan la mejora del sueño a la eliminación del estrés provocado en el trabajo. Hubo una mayor mejora del sueño en gerentes jubilados que en los empleados de menor nivel. También mejoró más en los trabajadores con altas exigencias en trabajo psicológico.
Las probabilidades de tener trastornos del sueño aumentan lentamente con la edad. Esto ocurre tanto en los adultos que trabajan como en adultos jubilados.
Las personas que se retiraron temprano debido a una enfermedad o discapacidad eran más propensas a tener trastornos del sueño en la jubilación, en concreto un 46 por ciento más de riesgo.
El estudio involucró a 14.714 empleados de una compañía. Se retiraron entre 1990 y 2006. Los autores del estudio señalaron que estos trabajadores gozaron de unas condiciones de empleo y jubilación favorables. Se retiraron a una edad promedio de 55 años y recibieron un pago de la compañía de pensiones que era del 80 por ciento de su salario.
Otro dato, el cuarenta y cuatro por ciento de los adultos jubilados eran perfectos durmientes, descansando lo suficiente todos los días durante el mes anterior al test. En contraste, solo el 29 por ciento de los adultos empleados descansaron lo suficiente todos los días.